sábado, 22 de junio de 2013

La Batalla de Azanulbizar

Según la Guía Completa de la Tierra Media de Robert Foster:

Azanulbizar: Valle situado fuera de las Grandes Puertas de Khazad-dûm, que se extendía entre dos brazos de las Montañas Nubladas. En Azanulbizar se encontraba el Kheled-zâram y la fuente del Cauce de Plata. En 2799 de la Tercera Edad se libró allí la Batalla de Azanulbizar, la última y más grande de las batallas de la Guerra de los Enanos y los Orcos.
Llamado Nanduhirion en sindarin y Valle del Arroyo Sombrío en oestron.

Batalla de Azanulbizar: La batalla final de la Guerra de los Enanos y los Orcos, librada en el invierno de 2799 de la Tercera Edad. Al principio la batalla marchó en contra de los Enanos, pero con la ayuda de los Enanos de las Colinas de Hierro, que llegaron tarde, los Orcos fueron derrotados y Azog fue muerto. Muchos Enanos murieron, incluyendo a unos cuantos miembros de la familia real del Pueblo de Durin. Los Orcos de las Montañas Nubladas sufrieron pérdidas aún mayores, y quedaron tan debilitados por la batalla que tardaron más de un siglo en recuperarse.
También llamada Batalla de Nanduhirion y Batalla del Valle del Arroyo Sombrío, por los Elfos y los Hombres, respectivamente.


En El Señor de los Anillos se dice:

2799 de la Tercera Edad: Batalla de Nanduhirion ante la Puerta Este de Moria. Dáin Pie de Hierro regresa a las Colinas de Hierro. Thráin II y su hijo Thórin marchan hacia el oeste. Se instalan en el sur de Ered Luin más allá de la Comarca.

El Señor de los Anillos, Apéndice B


En un principio la suerte estuvo contra los Enanos, pues era un oscuro día de invierno sin sol, y los Orcos no perdieron tiempo en vacilaciones, y excedían en número al enemigo, y se encontraban en el terreno más alto. Así empezó la Batalla de Azanulbizar (o Nanduhirion en lengua élfica): al recordarla los Orcos se estremecen todavía y los Enanos lloran. El primer ataque de la vanguardia, conducido por Thráin, fue rechazado con pérdidas, y Thráin se encontró en un bosque de grandes árboles que en ese entonces todavía crecían no lejos de Kheled-zâram. Allí cayeron Frerin, su hijo, y Fundin, su pariente, y muchos otros, y Thráin y Thórin fueron heridos.* En otros sitios de la batalla prevalecía uno u otro bando, con grandes matanzas, hasta que por último el pueblo de las Colinas de Hierro decidió la suerte del día. Llegados últimos y descansados al campo, los guerreros de Náin, hijo de Grór, vestidos de cota de malla, se abrieron paso a través de los Orcos hasta los umbrales mismos de Moria al grito de "¡Azog, Azog!", derribando con sus piquetas a todos cuantos se les pusieron en el camino.
(...)
Entonces Azog dio una rápida media vuelta y le hacheó el cuello. La cota de malla resistió el filo, pero tan pesado fue el golpe que a Náin se le quebró el cuello y cayó.
Entonces Azog rió y levantó la cabeza para lanzar un gran grito de triunfo; pero el grito se le murió en la garganta. Porque vio que todo su ejército huía en desorden y que los Enanos iban de un lado a otro matando a diestro y siniestro, y los que podían huir de ellos corrían hacia el sur chillando. Y cai todos los soldados que guardaban Azanulbizar yacían muertos. Se volvió y escapó hacia las Puertas.
Escaleras arriba detrás de él saltó un Enano con un hacha roja. Era Dáin Pie de Hierro, hijo de Náin. Justo ante las puertas atrapó a Azog, y allí le dio muerte, y le rebanó la cabeza. Esto se consideró una gran hazaña, pues Dáin era entonces sólo un muchacho en las cuentas de los Enanos. Una larga vida y múltiples batallas tenía por delante, hasta que viejo, pero erguido, caería por fin en la Guerra del Anillo.
(...)
Cuando por fin ganaron la batalla, los Enanos que quedaban se reunieron en Azanulbizar. Tomaron la cabeza de Azog, le metieron en la boca el saco de monedas, y la clavaron en una pica. Mas no hubo fiesta ni canciones esa noche; porque no había pena que alcanzara para tantos muertos.


* Se dice que el escudo se partió, y que él lo arrojó, y con el hacha cortó una rama de roble que sostuvo en la mano izquierda para parar los golpes asestados por sus enemigos o esgrimiéndola como una porra. De este modo obtuvo su nombre.

El Señor de los Anillos, Apéndice A (III. El pueblo de Durin)



Esta batalla está contada hacia el principio de la película de El Hobbit (a su manera). Hay sobre este asunto también una fermosa canción de afrenta y venganza:

Los enanos van a la guerra,
Bajo nuestros pies temblará la tierra,
Las afrentas serán vengadas
Cuando Khazad-dûm sea liberada.

Arrimad el fuelle a la fragua,
Que brille rojo el fuego sobre nuestras caras.
Forjaremos hachas y lanzas,
Yelmos de acero y cotas de malla.

Estribillo

Reuníos hijos, de Durin,
Desde Erebor hasta Ered Luin,
Aprestad vuestras compañías:
Para la venganza ha llegado el día.

Estribillo

Hoy son cubiles de orcos infectos
Las bellas mansiones de nuestros ancestros.
Nuestras hachas rasgarán sus sombras
Y con sus muertos haremos antorchas.

Estribillo

Los agravios serán lavados
Con la negra sangre de trolls y trasgos.
Los Khazad volverán a Moria
Y allí vivirán con honor y gloria.

Estribillo (bis)
que cantará el ejército Enano a su debido momento. Aquí podemos escuchar una versión cantada y musicada:



Suficiente por el momento. Que el Señor esté con vosotros.


Y cuando el tiempo pase,
¿quién nos traerá noticias
de grandes acontecimientos
y batallas por contar...?
Ni tú ni yo lo sabemos.

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