lunes, 12 de mayo de 2008

La batalla de Valle (II)

-Sí, tienes razón -dijo Gimli-. ¡La Dama del Bosque! Ella lee en los corazones y las esperanzas. ¿Por qué, Legolas, no habremos deseado la compañía de alguno de los nuestros?
Legolas se había detenido frente a la puerta, el bello rostro atribulado, la mirada perdida en la lejanía, hacia el norte y el este.
-Dudo que alguno quisiera acudir -respondió-. No necesitan venir tan lejos a la guerra: la guerra avanza ya sobre ellos.

El Señor de los Anillos, V, 2. El paso de la Compañía Gris


Así fue que cuando por fin hubo guerra, el principal ataque fue contra el Sur; sin embargo, aún así, Sauron podría haber causado gran daño en el Norte con su mano derecha largamente extendida, si el Rey Dáin y el Rey Brand no le hubieran cerrado el paso. Como Gandalf les dijo después a Frodo y a Gimli, cuando vivieron juntos un tiempo en Minas Tirith.
No mucho antes habían llegado a Gondor noticias de acontecimientos lejanos.
"Me dolí de la caída de Thorin -dijo Gandalf-, y ahora oímos que Dáin ha caído, luchando otra vez en Valle, mientras nosotros luchábamos aquí. La llamaría una gran pérdida, si no fuera más bien una maravilla que a una edad ya avanzada aún pudiera blandir el hacha con tanto vigor como dicen que lo hizo, de pie junto al cuerpo del Rey Brand ante las Puerta de Erebor hasta que cayó la oscuridad.
"No obstante, todo pudo haber sido muy diferente, y mucho peor. Cuando penséis en la gran Batalla de los Pelennor, no olvidéis las batallas en Valle y el valor del Pueblo de Durin. Pensad en lo que podría haber sido. Fuego de dragones y salvajes espadas en Eriador, la noche en Rivendel. Pudo no haber habido Reina en Gondor. Quizá hubiéramos vuelto de la victoria para encontrar sólo ruinas y ceniza. Pero eso se evitó porque tropecé con Thorin Escudo de Roble una noche en Bree al empezar la primavera. Un encuentro casual, como decimos en la Tierra Media."

El Señor de los Anillos, Apéndice A (III. El Pueblo de Durin)



Ya sabéis que hay tres bandos: los hombres de Valle, los enanos de Erebor y los orientales malos malosos.

Sobre estos orientales no se sabe gran cosa, sólo que vienen de Rhûn, y tiene más pinta de que en cuestión de aspecto sean más del tipo orientales de europa del este o de oriente medio, que como los pintan en la peli, que parecen ninjas japoneses. Se sabe que los orientales que lucharon en los Campos del Pelennor eran barbudos y portaban grandes hachas, aunque al parecer eran atípicos.
Nada se dice acerca de los que lucharon en el norte.

A lo que venía esto es que, en aras de la fidelidad y la coherencia, lo suyo sería que para la batalla los enanos lucharan con chapatas y los hombres con barras normales. Cada uno se las puede personalizar como quiera, eso sí. Por ejemplo los orientales pueden llevar barras más oscuras y los hombres de Valle, de los que se puede uno imaginar que usen bastante el arco en honor al Matador del Dragón, pues arcos para tirar trocitos de pan, como la chica que trajo uno el año pasado que me hizo mucha gracia.

Bueno, ya otro día pondré las normas de la batalla, qué se puede usar y qué no.
Que el Señor esté con vosotros.

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